Mágica Cajamarca

Conocer el mundo es un anhelo que nunca mengua, que está siempre presente, que subyace en la cotidianidad. Y contar historias es igual, un anhelo que de hecho crece con el tiempo. Que oportunamente se combinen ambos deseos en una misma ocasión es prodigioso, extraordinario, casi irreal. Viajamos hasta Perú, a Cajamarca, para documentar un matrimonio. Único como lo son todos, pero con el gusto especial de estar lejos, sintiendo otra cultura, que sabe y se escucha distinta. El matri se puede ver aquí, pero antes queremos compartir un poco de lo que vimos y vivimos. En Cajamarca parece que el tiempo se detuviera, la vida es más lenta y más simple, y quisimos retratar esa realidad tal como es, auténtica, pura y sin adornos.

Gracias especiales a Arturo y a Julio por recibirnos en su país y hacernos sentir en casa todo el tiempo.